Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

Con la saga de Harry Potter extendida a lo largo de ocho películas, hace un par de años se decidió continuarla con un spin-off / precuela titulado Animales fantásticos y donde encontrarlos, de la que en inicio tienen previsto realizar cinco films, siendo este Los crímenes de Grindelwald el segundo de su, a su vez, esta segunda franquicia. La primera entrega me gustó bastante al abandonar el tono infantil y/o juvenil de la saga de Harry Potter hacia unos personajes algo más adultos entre los cuales el más destacado era el carismático Newt Scamander interpretado por el actor Eddie Redmayne. Asimismo, y pese a evidentes guiños a la saga de Potter, esta precuela / spin-off se demostraba independiente en el sentido de que si conocias las otras películas la disfrutabas más, pero en caso de ser neófito en el universo creado por J.K.Rowling tenias allí una buena oportunidad para engancharte, plantando las semillas (como todo título inicial) de lo que se irá desarrollando en las progresivas secuelas, siendo esta la primera de ellas.

Hay que destacar los que serian los dos mayores aciertos de casting que tiene este film, por un lado el villano encarnado por Johnny Depp (y que da título al film) y el joven Albus Dumbledore al que da vida con mucho acierto el polifacético Jude Law. Ambos ya eran citados en la anterior entrega, teniendo incluso el primero una inesperada presencia durante su tramo final, y de nuevo ambos se puede decir que son los que mejor funcionan de las nuevas inclusiones que tiene esta saga en el presente episodio. La lástima es el resto…

Tengo que admitir que añoro aquellos tiempos en los que las historias eran más independientes, y tan solo continuaban si el éxito las acompañaba. Eso ahora mismo es imposible porque tanto en la literatura como en el cine de estos últimos años están plagados de hipotéticas franquicias en las que se juegan el éxito del episodio inicial para continuar el relato, siendo deudor no solo de no dar toda la información (algo hay que guardar para la secuela si es que la primera triunfa) sino de tan solo esbozar lo que se supone que será desarrollado en las citadas e hipotéticas continuaciones… siempre que el éxito les acompañe en un inicio. Esta diatriba viene a colación porque este segundo film de lo que pretenden que sea una pentalogía peca de dilatar demasiado algo que en esencia es bastante conciso, a lo que añadir el evidente handicap de estos episodios “intermedios” que sirven tan solo de puente para unir el planteamiento del título inicial con la conclusión de la (en la mayor parte de las veces) trilogia… aunque si el éxito les acompaña aqui ya sabemos que se estirará más.

Esto no quiere decir que Los crímenes de Grindelwald no sea una película entretenida, pero su mayor problema radica en abrir muchos puentes pero no cerrarlos todos, lo cual sería perdonable si la base quedase resuelta y la historia tuviera que desarrollarse a partir de ahi en los futuros films. Lo que en la anterior película funcionaba, más que nada porque tan solo era una presentación de personajes y escenarios resuelta de manera muy eficaz, aqui en bastantes momentos el relato se mueve incluso en la confusión (como si por exceso algo al final acabe funcionando), volviendo al esquema del bien contra el mal sobre el que se cimentó la franquicia de Potter, dejando en un segundo plano no solo los nuevos personajes (de los que se salvan tan solo los indicados arriba) sino incluso la presencia de esos animales fantásticos a los cuales hace mención en su título esta saga. Insisto en que estamos ante un título que ofrece todo el espectáculo que promete, pero bajo los fuegos de artificio tiene que haber algo más, y lo que aqui se nos ofrece es muy endeble.

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 16 de noviembre de 2018
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Tanto Johnny Depp como Jude Law son lo más destacado de las novedades de esta secuela.
  • LO PEOR: Se intentan manejar demasiados elementos, en muchos casos sin la chispa necesaria para que todos ellos interesen y/o importen.

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