G-Force: Licencia para espiar

FICHA TÉCNICA

Título: G-Force: Licencia para espiar
Título original: G-Force
Dirección: Hoyt Yeatman
País: Estados Unidos
Año: 2009
Fecha de estreno: 09/10/2009
Duración: 88 min.
Género: Aventuras, Acción, Fantástico
Calificación: Apta para todos los públicos
Reparto: Nicolas Cage, Bill Nighy, Will Arnett, Penélope Cruz, Jon Favreau, Sam Rockwell, Steve Buscemi, Zach Galifianakis, Kelli Garner, Tracy Morgan
Guión: Cormac Wibberley, Tim Firth, Ted Elliott, Terry Rossio
Distribuidora: Walt Disney Pictures
Productora: Jerry Bruckheimer Films, Whamaphram Productions

SINOPSIS

Unas cobayas espía armadas con la tecnología más avanzada están a punto de descubrir un mundo que hasta ahora les había pasado desapercibido. Darwin (con la voz de Sam Rockwell) es el líder de la expedición, decidido a llevar a cabo la misión cueste lo que cueste. Blaster (Tracy Morgan) es el experto en armas, un apasionado de los retos extremos. Juárez (Penélope Cruz) es una maestra en las artes marciales. Y Speckles (Nicolas Cage), el loco de la informática, con un ordenador por cerebro. Pero, ¿a qué se enfrentan las cobayas espía?

CRÍTICA

Antes de empezar el presente comentario hay que asumir el tipo de producto que estamos reseñando. Y es que siendo los responsables la Walt Disney Productions y Jerry Bruckheimer, ¿que se puede esperar? Exactamente esto, un espectáculo apto para todos los públicos pero con tanto ruido y acción como suelen tener los films de acción de la marca Bruckheimer (ver por citar sólo un ejemplo la saga de Piratas del Caribe).

G-Force (que en España, siempre tan “irónicos”, subtitulan como Licencia para espiar) es por tanto lo que es (que nadie espere una obra maestra), y el juicio está en si merece la pena pasar el rato con ella o no. Tal decisión la dejo a elección del espectador, aunque en principio los adultos que fueran a verla no se arrepentiran de ello porque la cinta no deja de ser una clara parodia de títulos como los de Misión imposible (con multitud de artefactos increibles y situaciones límite) o la saga Bond (con esta comparte un claro megalómano con ínfulas de destrucción mundial).

Por lo demás destacaría su espectacularidad para los que tengan la oportunidad de verla en formato 3D, así como sus efectos especiales (o sea, los bichos protagonistas) que en su mayoría consiguen una dosis de verosimilitud increible, máxime teniendo en cuenta que claramente sabemos que no son reales (la única excepción la encontré en el topo, más exactamente en su morro). El contraste se nota respecto a los personajes humanos, y es que todos los actores de carne y hueso del film no dejan de ser simples marionetas que dan la sensación de una actuación mecánica de sus papeles bajo la típica pantalla verde que luego sería sustituida por las ratas y demás animales protagonistas.

De todas maneras el resultado final resulta agradable de ver, muy disfrutable si además se hace en las citadas 3D (hay muchas escenas espectaculares) y los más pequeños disfrutarán con las cobayas protagonistas, ya que sobre ellas recae el peso de la historia, siendo lo más interesante de la misma (sobretodo por lo reales que llegan a parecer). ¿Y el resto? Pues una simple película para pasar el rato, tan entretenida en conjunto como olvidable pasado un tiempo.

LO MEJOR: La recreación digital de los roedores y demás animales protagonistas.

LO PEOR: Los (lógicos) estereotipos al cine infantil (o sea, moralina Disney).

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