Luces rojas de Rodrigo Cortés, con Robert de Niro, Sigourney Weaver y Cillian Murphy

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL Red Lights
AÑO 2012
DURACIÓN 119 min.
PAÍS España
DIRECTOR Rodrigo Cortés
GUIÓN Rodrigo Cortés
MÚSICA Víctor Reyes
FOTOGRAFÍA Xavi Giménez
REPARTO Cillian Murphy, Sigourney Weaver, Robert De Niro, Elizabeth Olsen, Toby Jones, Joely Richardson, Leonardo Sbaraglia, Craig Roberts, Burn Gorman
PRODUCTORA Coproducción España-USA; Nostromo Pictures / Antena 3 Films / Cindy Cowan Entertainment
GÉNERO Intriga. Thriller | Sobrenatural

SINOPSIS 

Dos investigadores de fraudes paranormales, la veterana doctora Margaret Matheson (Sigourney Weaver) y su joven ayudante Tom Buckley (Cillian Murphy), estudian los más diversos fenómenos metapsíquicos con la intención de demostrar su origen fraudulento. Tras una ausencia de treinta años, el legendario psíquico Simon Silver (Robert De Niro) reaparece con un nuevo espectáculo en el que desafía a los escépticos profesionales. Tom comienza a desarrollar una densa obsesión por Silver, cuyo magnetismo se refuerza de forma peligrosa con cada nueva manifestación de oscuros fenómenos inexplicables…


CRÍTICA

Tengo que reconocer que me encanta ir al cine, y uno de los motivos es porque siempre es una sorpresa lo que te vas a encontrar. En ocasiones la misma es sorprendente y te deja con un agradable recuerdo, mientras que otras son decepcionantes y quedan borradas de tu mente al cabo del tiempo. Aún así a veces los créditos previos de sus responsables (y en este caso con un plantel actoral de primer nivel) dan pie a la esperanza, pero cuando uno ve trabajos como Buried (Enterrado), que ya a mi en su momento no me convenció, o la reciente Intruders de Juan Carlos Fresnadillo, uno se pregunta como directores que podían dar más de si se quedan tan lejos de conseguir un resultado minimamente entretenido (que sea mejor o peor ya dependerá de la opinión de cada espectador)

En el caso de estas Luces rojas se podría hacer una analogia con la misma película: a lo que el título hace referencia es a esos detalles, a esas cosas, que desentonan en una escena. Y esa es la sensación que uno va teniendo progresivamente a medida que avanza el relato, que se hace tramposo y quiere jugar al engaño con el espectador incluso engañándose a si mismo, ya que su ambigüedad durante toda la historia (¿existen los poderes paranormales o no?) hace que al final quien esté viendo la película desee una respuesta concreta, y no tanta sensación de que estamos ante algo trascendente cuando lo que nos da su guionista y director es simple humo que esconde el vacio más amplio.

Al igual que pasó en la antes citada de Intruders, es una lástima que el resultado final no convenza al menos en su mínima expresión, máxime cuando se nota la ambición del proyecto al contar con figuras internacionales famosas (en la película de Fresnadillo estaba Clive Owen y aqui estas Luces rojas iluminan a un trio de caras conocidas como las de Robert de Niro, Cillian Murphy y Sigourney Weaver) Asimismo tampoco quiero arremeter contra el film porque su principio es curioso y atrayente, con la pareja protagonista demostrando la falsedad de muchos de los mal llamados videntes (o personas dotadas de algún tipo de poder psíquico), pero tal y como he indicado antes la historia empieza a ir a dos bandas a la espera de una sorpresa final al estilo de los films de Shyamalan.

Como indicaba al principio, la magia del cine está en el nunca saber de antemano si te gustará o no lo que vas a ver, pero cuando esta sorpresa (negativa) te la da un título como este, uno se pregunta que le pasa a los directores españoles, que cuando acometen proyectos más ambiciosos e internacionales no acaban de conseguir un conjunto limpio y pulido, sino obras que parecen frescas por fuera pero totalmente vacias por dentro (y esto no solo va por este título, sino también por el antes mencionado de Intruders e, incluso si mucho me apurais, por la Agora de Alejandro Amenabar, otro ejemplo de director español en proyecto internacional con resultado final fallido).

LO MEJOR: Lo bien que plantea sus cartas sobre la mesa la película.

LO PEOR: Lo mal que juega con ellas.

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