Cocina para impostores

Cocina Para impostores es un blog que está muy bien, sus autores han editado un libro y este verano tenían columna en El País así que igual os suena… El tema va de cocinar cutre y quedar de la hostia… y bueno que la manera que tienen de explicar procesos es explícita hasta el paroxismo (lo cual viene muy bien a los profanos como yo), e incluye afirmaciones que de puro geniales casi dan ganas de llorar:

“SI DOMAMOS LA INTRÍNSECA BRUTALIDAD DE UNA LATA DE CHOPPED PORK, LA TRANSFORMAMOS Y CREAMOS CON ELLA UNA RECETA DE COCINA, TOCAMOS POR UN MOMENTO EL CIELO Y NOS ACERCAMOS A LOS DIOSES. UNA LATA DE CHOPPED PORK NOS HACE POR FIN MEJORES, MÁS SABIOS, MÁS PUROS, TRANSCENDENTES. YA NO SOMOS NI UNA MUJER, NI UN HOMBRE. YA SOMOS MÁS. SOMOS EN ESENCIA, FORJADOS EN EL BRILLANTE CRISOL DE LA LATA, TODA LA HUMANIDAD. O EN EL PEOR DE LOS CASOS, TENDREMOS ALGO DECENTE PARA CENAR”

Y de bonus un artículo sobre gastronomía de guerrilla de Halón Disparado.

Momentos Curiosos de la Historia Vol. 7

En 1762 se inventa el sandwich, o mejor dicho, aparece escrita en un texto del historiador inglés Edward Gibbons la palabra anglófona que designa a la comida entre pan y pan. El de la foto es John Montague (1718-1792), un jugador empedernido de cartas que atendía también al nombre Cuarto Conde de Sándwich y que tuvo todo que ver en la aparición de la palabra; el caso es que el caballero no tenía tiempo ni de comer de todo lo que apostaba, y le solía pedir a los cocineros del lugar de juego que le frieran un filete con sal y que se lo pusieran entre dos rebanadas de pan tostado… Y mira tú por dónde que la gente empezó a pedir ese plato diciendo: “ponme lo mismo que (el conde de) Sandwich”, con lo que se empezó a extender la palabra de marras.

Órdago

Y como anécdota que no tiene nada que ver, está el hecho de que las islas Hawai, se llamaban antes islas de Sandwich en homenaje a este caballero inglés, que también fue Lord y político.

Es un momento curioso del Sr. Verde.

Momentos Curiosos de la Historia Vol. 4

Zumalakarregi la casca en Bilbao en 1835 durante la primera guerra carlista tras ponerse a observar en un balcón el desarrollo de los tiros y recibir uno. Aquí hay una imagen de cómo trasladaron a Zegama -60 km.- al supuesto inventor de la tortilla de las españas sobre un sillón. Rechazó ser atendido por un médico inglés y murió en casa de su prima de algo no muy claro: hay quien dice que le dieron demasiado opio para aplacar el dolor, otros que se lo cargó algún conspirador liberal… ¿Y si fue la salmonella?

Quiero que pongan mi nombre a una calle. O a dos.

PD: aquí va la susodicha leyenda (sacada del blog de un señor muy majo) de la tortilla de las españas -con terminología carlista-, que en fiestas de Bilbo contamos a unas amigas belgas que eran fans del plato…
“Cuenta la tradición que el general carlista Zumalacarregui, llega a un caserío muerto de hambre y exigió comida, la campesina tenia huevos y patatas asadas, machaco las patatas y con los huevos apaño una tortilla.”

Es un momento curioso del Sr. Verde.

Amor a la carta (Restaurantes románticos de Barcelona) – Mariana Jara

El inicio de una conquista, el dulce preámbulo del comienzo de una relación y la consolidación de una pareja tienen a menudo como escenario la sala de algún restaurante. Comer y amar poseen un componente lúdico, un elemento de placer que nos atrae a todos. Un juego de seducción al que es imposible resistirse si uno quiere sentirse vivo. Porque buscar el plato perfecto o el amor es no renunciar a la posibilidad de ser feliz.

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